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lunes, 23 de noviembre de 2009

Un boricua le arranca la vida a un desamparado negro


NUEVA YORK._ Un boricua residente en Bedford Park de El Bronx y que trabajaba en una compañía de fumigación, degolló cortándole la yugular a un desamparado negro en medio de una discusión por un asiento en uno de los vagones del tren D, mientras ambos viajaban en dirección Norte hacia Manhattan.
NUEVA YORK._ El boricua Jerry Sánchez en custodia de la policía tras degollar un desamparado negro en el tren D.

El asesino que fue identificado como Jerry Sánchez de 37 años, discutió con la víctima Dwitgh Johnson de durante el viaje el sábado en la madrugada después que abordaran el aparato en la estación Rockefeller Center de la Secxta Avenida y calle 47.

La policía dijo que según testigos que también iban en el vagón, Sánchez, clavó una filosa daga en la clavícula derecha del afro americano y virtualmente todo el piso del carro y parte de las paredes, fueron salpicadas de sangre. Un caos se generó entre los viajantes que estaban en el mismo espacio, cuando todos, trataron de salir al mismo tiempo.

Sánchez pudo ser capturado debido a la destreza del conductor del tren que logró bloquear todas las puertas, que abren automáticamente hasta que la policía llegara a la escena. Johnson murió en el lugar.

"Había sangre por todas partes, era una escena muy horrorosa, al estilo película", dijo uno de los policías actuantes en la investigación. El crimen ocurrió a las 2:00 de la madrugada. Aunque está prohibido que un pasajero ocupe con bolsas y objetos el espacio que en un asiento de los trenes o guaguas, correspondería a otro usuario, la víctima había puesto un paquete a su lado, lo que le reclamó el puertorriqueño.

Ante la demanda del boricua, Johnson, se rehusó mover la bolsa y cederle el espacio al hispano, por lo que comenzaron a discutir. Sánchez sacó la daga y le fue encima a su víctima, clavándole la hoja en el cuelo.

Aparentemente, Johnson de 36 años de edad era un desamparado sin hogar que se la pasaba en las calles y en las estaciones de trenes, donde pernoctaba y pedía limosnas al público. Más de dos docenas de pasajeros aterrorizados corrieron hacia el otro lado del vagón que se detuvo en la calle 53. Uno de los pasajeros habló con la tripulación y el conductor del tren llamó al Centro de Control desde donde enviaron los policías.

Sánchez había arrojado la daga en la plataforma de espera antes de que los oficiales subieran al tren, pero el arma homicida fue recuperada posteriormente. El matador reclamó a la policía que él, no había hecho "nada" cuando fue abordado por los agentes. Charcos de sangre quedaron en el interior del vagón.

Sánchez había sido enviado a su casa de su trabajo el viernes por haber llegado tarde. Luis, un hermano del acusado dijo que éste se cayó desde un piso de dos plantas mientras trabajaba, sufriendo de fuertes dolores de espalda y cabeza, por lo que comenzó a tomar calmantes.

Algunos que lo definen como un hombre pacífico y no rencoroso, dijeron que Sánchez posiblemente había abusado de los analgésicos. Otros señalaron que había estado actuando extrañamente desde el día de la caída. Fue procesado en el cuartel 18 de Manhattan y acusado de dos cargos: asesinato en segundo grado y posesión de un arma criminal.

En el 2004 fue arrestado por narcotráfico y el suyo es sólo el segundo asesinato que se comete en el 2009 en el tren subterráneo de Nueva York. En el 2008 también se cometió la misma cantidad de homicidios en las estaciones ferroviarias.

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