El presidente Barack Obama asistió esta madrugada en la base aérea de Dover (Delaware) a la llegada de ataúdes con los restos de 15 soldados y tres civiles muertos en la guerra de Afganistán.
Obama, quien durante dos semanas ha realizado consultas con sus asesores y los mandos militares sobre el envío de más tropas a Afganistán, partió de la Casa Blanca poco después de la medianoche a bordo de un helicóptero de la Infantería de Marina
En la base aérea el presidente fue hasta la capilla donde se reunió, en privado, con familiares de los estadounidenses caídos en el conflicto.
Luego asistió a la ceremonia solemne de transferencia desde un avión C-17 a una sala de velatorios de los ataúdes con los restos de 15 soldados y tres agentes de la Dirección de Control de Drogas.
Como parte de la representación oficial en el proceso Obama subió al avión y fue testigo silencioso mientras un capellán oraba por el caído, la familia, el país y el éxito de la operación militar en Afganistán.
El Pentágono suspendió este año la prohibición de cobertura de los medios en el arribo de los ataúdes, impuesta por el gobierno del presidente George W.H. Bush (padre) durante la primera Guerra del Golfo, y continuada por el presidente George W. Bush.
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