Bonao.- “Papi, me pusieron tape en la boca y yo les dije: les prometo que me portaré bien, pero no me pongan eso que me duele y calladito me ponía a orar para que la Policía viniera a buscarme”. Esto fue lo primero que le contó a su padre al retornar a la casa el niño secuestrado el pasado lunes 19 por un grupo de personas, entre las que se identifica a una sobrina de la madre.
Al narrar a LISTÍN DIARIO la experiencia que vivió con el rapto de su vástago, el ingeniero San Agustín Jiménez expresó que se enteró por una llamada de la madre del menor cuando estaba comenzando a cenar y de inmediato se sintió “acorralado”.
“Nunca pensé que esa joven (refiriéndose a la sobrina de su ex esposa), fuera la autora intelectual de tan horrible hecho, si ella precisamente era la que nos acompañaba en nuestro dolor, al momento de nosotros esperar al menos una llamada de los raptores”, apuntó compungido.
El padre del menor indicó que en las dos llamadas que recibió de los secuestradores les aseguraron que de no pagar el rescate volvería a ver a su hijo picado en una funda. Expresó que no entendía cómo una persona podía ser protagonista de ese hecho y a la vez estar con los dolientes dando apoyo. “Mi hijo no sabe que su prima es la responsable de su tortura y no creo que por el momento se lo digamos. Es demasiado lo que ha vivido como para sumarle eso; además es muy niño para asimilarlo”, expresó el ingeniero Jiménez.
En la entrevista concedida a este diario, relató que cuando su hijo le dijo lo que había vivido se sentía morir. “Recuerdo cada palabra tal como me la dijo porque ese hecho no lo podré olvidar jamás y él tampoco porque a esa edad nada se olvida”, lamentó.
Comentó que el niño le contó que comió plátano con salami y que al momento de ser rescatado por la Policía tenía hambre. “Un hombre era malo, pero la muchacha me trató bien, por eso es mi tía y no quiero que le pongan esas cadenas”, detalló el ingeniero que fue la reacción que tuvo su hijo al ver en el destacamento policial cómo esposaban a sus raptores.
“Pienso que tuvo esa reacción porque al ser un niño y ver que no lo maltrataba, se refugió en ella”, dijo al referirse a la mujer que fue señalada como supuesta participante del secuestro.
Al preguntarle por qué entendía que la joven Ivelisse de los Santos tomó la decisión de secuestrar a su primo, el padre del niño aseguró que ella viajaba constantemente a Estados Unidos y que sus padres le costeaban todo y que quizá porque le faltaba dinero pensó conseguirlo por esa vía. “A los hijos no se les da todo, hay que enseñarlos a levantarse a las seis de la mañana y a ganarse la vida con el trabajo. A esa joven no quisiera verla más, pero si algún día lo hiciera, solo le preguntaría si tiene idea del daño que le ha hecho a su familia, incluso, a su abuela, que desde que se enteró que ella era la responsable está en una clínica”, precisó.
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