De 1 y 3 años por la muerte de un inmigrante.

NUEVA YORK._ El policía dominicano Rafael Lora fue sentenciado esta mañana en la Corte Suprema de El Bronx a entre 1 y 3 años de cárcel por el asesinato del inmigrante hondureño Fermín Arzú perpetrado en el 2007, cuando el oficial que estaba fuera de servicio disparó cinco balazos, alegando que fue arrastrado por la víctima cuando trató de imponerle una multa de tránsito.

Lora había sido hallado culpable el mes pasado por un jurado después de un juicio de varias semanas al que cada día asistieron familiares de ambas partes. Su abogado siempre mantuvo el alegato de que la muerte de Arzú, fue en defensa propia.

Podría estar libre bajo libertad condicional en 90 días. En el juicio se demostró con exámenes topológicos que el hondureño conducía su van en la que trabajaba embriagado y manejó en vía contraria en el sector de Longwood, estrellándose contra un automóvil que estaba aparcado frente a la casa del policía.

Lora dijo que fue arrastrado por el vehículo de Arzú y que temió por su vida, por lo que tuvo que hacer uso de su arma para dispararle. Antes de escuchar su condena, el policía pidió clemencia y aseguró estar arrepentido por haberle quitado la vida al inmigrante.

Katarina Arzú, hija de la víctima dijo que está satisfecha porque el proceso judicial hubiera terminado. “Me siento más tranquila, voy a descansar con mi familia y esto, se lo dejo en manos de Dios”, dijo la mujer añadiendo que todo ha sido difícil desde el día en que padre fue asesinado por el policía dominicano.

Destacó que los abogados de la parte civil siempre estuvieron a su lado, ayudándola. Stuart London, abogado de Lora dijo que estaba decepcionado por el veredicto que consideró de “injusto” y adelantó que apelará la sentencia. Indicó que la condena fue basada en probablemente en un veredicto del juez.

“Estamos decepcionados pero somos realistas”, agregó el jurista. El policía estaba libre con una fianza de $50 mil dólares a la espera de que el juicio concluyera. Si hubiera sido hallado culpable por asesinato u homicidio enfrentaba entre 25 a 50 años en la cárcel.

Autor: Miguel Cruz Tejada