Goyito es mártir y referente

Leo Hernández
La escritura testimonial me apasiona. Es que así, refresco recuerdos y siento que hablan el alma y el corazón. Como todavía no borro, me transporto al pasado –así, en primera persona- y recreo extasiado pasajes de aquellos años idos en que los bríos de juventud nos hacían temerarios y osados. La muchachada imponía sus ímpetus en cada recodo de la cotidianidad de entonces y no había sesgo conservador ni en el pensamiento ni en la acción de quienes pretendíamos cambiarlo todo en busca de un futuro mejor para los demás y para nosotros mismos. ¡Qué presumidos éramos!. ¡Qué pretenciosos nos hacía la lectura de aquellos libros prohibidos!. Y pensar como adaptábamos con facilidad y pasión esas narraciones y citas importadas a la realidad que vivíamos. Y llegó aquel 28 de marzo fatídico de 1973, cuyo recuerdo me trae tristeza y congoja. La intolerancia y la sinrazón de sicarios malvados nos arrebataron con alevosía a un hombre bueno, trabajador y solidario que en la suma y promedio de sus acciones nos dejó un balance positivo. Varias malditas onzas de plomo se llevaron de este mundo aquella noche junto al mártir, la virginidad de ese periodismo escrutador, de análisis, y de procurar el más allá de los hechos que comenzaba a practicarse. Han pasado 36 años y aún tengo fija en el recuerdo la escena de su cuerpo inerme sobre la acera y el contén de la calle Mercedes, dejando con su sangre marcados para siempre a los que le tratamos y tuvimos el privilegio de que nos brindara su amistad y enseñanzas. Gregorio García Castro(Goyito) es mártir y referente permanente del buen periodismo, y cayó víctima de la caverna porque quienes planearon y ejecutaron su vil asesinato no sentían el menor respeto por la disidencia. Sus familiares, sus colegas, sus amigos y todos los que impotentes hemos visto pasar estas tres docenas de años sin que se haga justicia, no nos cansaremos jamás de pedir que se castigue ejemplarmente a los que nos arrebataron a Goyito, en disfrute pleno de sus mejores años y capacidades. Y es bueno que se sepa que su sacrificio fue acicate para toda una generación que no se amilanó ni se dejó doblegar frente a esa camada de malos dominicanos que quería un ejercicio periodístico complaciente. Camada a la derecha …y también a la izquierda, porque la verdad sea dicha, aunque duela. Gabriel García Márquez afirma que el periodismo es el mejor oficio del mundo. Goyito sostenía que tiene un nombre inadecuado. Yo también lo creo así, máxime en estos tiempos en que se ve maleado de tan variada manera. Honremos a Gregorio García Castro, verdadero mártir del periodismo dominicano.