General busca credibilidad.

Por Ney Santana

El director regional Cibao Central de la Policía Nacional declaró que una de sus tareas fundamentales al frente de esta Dirección es trabajar con ahínco por el pleno rescate de la credibilidad y la imagen pública de la Policía en Santiago.
El general de brigada, licenciado Eduardo Alberto Then dijo que en algunos sectores de la sociedad se tiene una mala fama de la institucion del orden,

percepción que a su juicio hará cambiar con la implementación de drásticas medidas disciplinarias hacia lo interno del cuerpo policial.
Manifestó que en estos momentos se procede a una profunda investigación de las actuaciones de todos los miembros bajo su demarcación territorial, que comprenden las provincias Monseñor Nouel, Concepción de La Vega, Espaillat y Santiago, para extirpar de raíz a los policías corruptos.
El general Then sostuvo que no permitirá malas conductas de nadie y porque eso se investiga para poder imponer las sanciones correspondientes en cada caso.
El alto oficial señaló que el proceso de saneamiento o profilaxis interna comenzó con los cuatro policías dado de baja deshonrosamente en Santiago por el jefe de la institución, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, de quien dijo, no le temblará el pulso para aplicar los reglamentos internos contra los que se coloquen de espaldas a las normas vigentes.
"Es que la moral pública del policía debe ser rescatada para que su imagen sea digna y creíble en la sociedad dominicana, y el pueblo pueda confiar plenamente en sus actuaciones", comentó el general Then.
Precisó que la ciudadanía está vigilante y demanda cada vez más de una buena actuación de la Policía Nacional, para que sus acciones no riñan con la ley, la moral y las buenas costumbres.
En ese sentido, el general Then puntualizó que no tolerará la comisión de actos delictivos de ningún agente bajo su mando, sin importar el rango que ostente en las filas policiales.
Advirtió a aquellos miembros que actúan confabulados con capos y en puntos de drogas, a abandonar esas malas prácticas, pues de lo contrario correrán la misma suerte que la que corrieron los policías expulsados.