Robinson Canó ha decepcionado mucho esta temporada, y ese ha sido uno de los más grandes misterios de los Yanquis hasta el momento.
Canó bateó .306 con 19 jonrones y 97 remolcadas el año pasado, y hasta el juego del sábado bateaba para .263, 11 vuelacercas y 56 vueltas empujadas en esta campaña.
¿La posible razón? Larry Bowa, el coach de tercera de los Yanquis en el 2007, no tenía problemas en enfrentar a Canó cada vez que se caía.
Bowa es ahora coach de tercera de los Dodgers de Los Angeles, y parece que el intermedista de los Yanquis extraña los boches de Bowa.
Bowa dijo al NY Times que la clave para dirigir a Canó era decirle las cosas que no quería oír.
Parece que a Canó le vendría bien una conversación con Bowa.
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