Un escándalo ha provocado en Santiago y otras provincias del Cibao, el extraño caso surgido a raíz de la muerte por envenenamiento de la jóven curandera Rosa Adriana Rodríguez, de 22 años, en Palmar Arriba, Villa González, quien según sus familiares, en vida se montaba en Anaisa y Papá Candelo para llamar a los espíritus que según su creencia le daban poderes y energía para su práctica hechicera.
En el novenario de su muerte este viernes, una de las coronas de flores llevadas a su residencia se tambaleaba de manera constante, generando el miedo entre familiares, amigos y curiosos que han ido al lugar a convencerse por si mismo del fenómeno.
Además, el misterioso y extraño caso provocó la movilización de una batería de camarógrafos y programas tan famosos de la televisión local como, Teleuniverso Al Día del canal 29, José Gutiérrez en CDN2 de esta ciudad, Detrás de las Noticias de Teleunión y Zinc Nombre de Megavisión, presentaron imágenes de la corona de flores que bailaba y hacía movimientos similares a los que protagonizaba la muchacha cuando estaba viva. Era hija de la señora Ana Rosa Rodríguez.
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