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miércoles, 30 de enero de 2008

Un minuto para el alma.

Salmo
Sal 89, 4-5; 27-28; 29-30


Una alianza hiciste con tu preferido, le juraste a David, tu servidor: "Establecí tu linaje para siempre, asenté tu trono de siglo en siglo"


El me podrá invocar: "¡Tú eres mi Padre, mi Dios y la roca donde me refugio!" Haré de él mi primogénito, el más famoso de los reyes de la tierra.


Para siempre mi amor le mantendré, y seré fiel a mi alianza con él. Estableceré su descendencia para siempre, y haré que su trono dure como los cielos.

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