Nueva York — “Yo sólo quiero pedirle a los que tengan poder en esto, que lo único que quiero es justicia para mi mamá”, dijo ayer la hija mayor de Sonia García, la policía que fue asesinada en septiembre en Long Island, en un caso que las autoridades aún están por resolver.
Acompañada de sus abuelos y tíos y sollozando a más no poder, la pequeña Ashley, de 11 años de edad, habló ayer públicamente por primera vez sobre el crimen que le arrebató a su madre.
Ashley y su hermana de 7 años de edad vivían con su mamá en la casa a la cual ella se había mudado en Suffolk, y donde la joven policía fue asesinada. Ahora las dos niñas se están criando con sus abuelos, en la ciudad.
Los padres y hermanos de Sonia García declaran que no tienen duda de que el autor del crimen fue el novio de la joven policía, el también policía Alexis Chaparro
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