El pecho de Shakira apareció pixelado (deformada la imagen hasta dejarla irreconocible) en las pantallas afganas. Aun así, la retransmisión de su concierto provocó las iras de los clérigos afganos. Seis años después del derribo del régimen talibán, la mentalidad ultraconservadora en Afganistán parece recobrar fuerza.
Los ulemas estiman que el concierto fue inmoral y se han unido al ministro de Cultura para tratar de cerrar Tolo TV, la cadena responsable. Opinan que los programas de influencia occidental son contrarios al islam. Pero las cuotas de audiencia parecen indicar otra cosa. Tolo tiene un 50% de cuota de pantalla frente al 12% del canal estatal. "La advertencia por el concierto de Shakira es un pretexto; quieren acabar con nuestra independencia", dice por e-mail Saad Mohseni, propietario de Tolo TV. Los sectores más conservadores han promovido en el Parlamento una nueva ley para limitar la libertad de los medios.
diario espanol
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