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viernes, 7 de septiembre de 2007

Fantasía, elegancia práctica, modernidad y estilo caribeño




SANTO DOMINGO.- Piezas muy prácticas para la oficina se lucieron junto a un arcoiris de chacabanas y a los colores y la actitud propia de lo urbano en una noche donde reinó el buen gusto y la elegancia simple.

La marca Camila Casual, el diseñador Arcadio Díaz y las dominicanas residentes en el exterior Ana Montán y Cenia Paredes dieron muestra de lo que es el buen diseño sin perder de vista a quien se viste.

La moda joven asomó por primera vez su rostro en DominicanaModa 2007. La colectiva de Cynthia Avelino y Viviana Rodríguez fue una sorpresa agradable caracterizada por la coquetería, el refinamiento, el color y la fantasía. Nuevos Talentos

Lo que no se renueva está condenado a morir. Es por eso que los organizadores de DominicanaModa 2007 han dado espacio a nuevos talentos del diseño.

En la primera colectiva de diseñadores jóvenes, Cinthya Avelino muestra “Mi color de Rosa”, en una colección coqueta, aniñada, sexy y romántica.

En su colección hace uso de vibrantes colores combinados con detalles de gran soficticación, inspirados en los tallados del mobiliario de épocas como el clásico y el rococó.

De su lado, Viviana Rodríguez se inspiró en la flora fantástica, las hadas y princesas de los cuentos para su propuesta llamada “Como en los cuentos de hadas”.

Destaca que para esta temporada el uso del color, la armonía en las combinaciones y los contrastes son la tendencia. Su colección, llena de misterio y sensualidad, contó con amplias faldas, siluetas ceñidas y coronas como accesorios. Camila casual

En su desfile del segundo día en DominicanaModa 2007, la marca Camila Casual presentó su colección otoño-invierno vibrante, llena de sentido práctico y comodidad.

Al centro de la pasarela cinco jóvenes empezaron a teclear antiguas máquinas de escribir, coreografía que era matizada por la música, en la que se escuchaba el zumbido de las teclas. Las modelos salieron a pasarela mostrando trajes de pantalón y falda con coquetas chaquetitas, faldas de talle alto y blusas estampadas.

Fascinante la combinación de piezas modernas con estilismo y accesorios retro. La colección, aunque juvenil por el uso de leggins, pantalones ajustados en corte capri y pescador, blusas que estilizaban la figura con cinturones anchos y minivestidos, mostró prendas para la ejecutiva atrevida y moderna.

“Usamos como base esta temporada telas que se enriquecen con bordados y sólidos mezclados con lo eléctrico de las rayas y estampados”. Los materiales se matizan con el encanto del gris, el verde, el marrón, el beige y el clásico negro, aunque hubo amarillos, naranjas y azules.

La combinación blanco-negro sigue adueñándose de las pasarelas de la mano de Camila Casual, quien propone un elemento juvenil: las piezas superpuestas. Varias modelos se pasearon por la pasarela con minivestidos holgados sobre blusas. Para las ocasiones especiales “llegan materiales en tonos metálicos, como el plateado y el dorado”.

Con piezas que cualquiera puede usar y que siguen las tendencias con cortes ajustados, mangas cortas y cuellos sobrios, sin abusar de los escotes el desfile se celebró a beneficio del Patronato Cibaeño contra el Cáncer.

DOS DESDE FUERA

Honnu, de Ana Montán
La colección de esta diseñadora dominicana residente en Nueva York fue urbana y contemporánea. Las piezas, juveniles y entalladas, vistieron a modelos cuyos cuerpos fueron lienzo para plasmar por escrito lo desafiante, agresiva y segura que es la mujer de ciudad.

La música suplicaba que “no me odies por ser bonita”, los cuerpos de las modelos llevaban escritos sugestivos letreros en español e inglés, expresando: “I’m a baby, don’t touch here” “amor”, “all is mine” y “drugs free”.

Montán explicó que el exótico nombre de la colección, la primera que confecciona para el público femenino, “no significa nada, me gustó el sonido, la combinación de las letras, como se veía escrita, yo no creo en conceptos muy complicados, yo soy una mujer que vive el día a día”.

La diseñadora trabajó con colores y texturas mixtos. La paleta se aprovechó de la sofisticación del negro y se apoyó en los grises “un gris sucio y el gris metálico”. Las texturas sobre todo fueron ligeras y prácticas, para la chica que sale a caminar, que se divierte.

En cuanto a piezas, reinaron transparencias, brassieres sobresaliendo de la blusa, leggins, pantalones “pitillo” y medias panty a la rodilla. Las blusas fueron franelas y corsés y los accesorios muy simples, zapatos cerrados: en charol negro y plateado, cadenas, gafas y correas. Ana Montán explicó que “diseño para la mujer normal, la que ves en el tren, caminando una mujer joven, coqueta, juguetona, pero también responsable”. No comparte la opinión de que haya alguna diferencia entre diseñar fuera de las fronteras nacionales o dentro. “La diferencia está en el público y la cultura”, opinó.

Elegante femineidad
La colección de Cenia Paredes, diseñadora oriunda de Cotuí pero residente en Estados Unidos, llevó por nombre “Arquimoda”. Desde el inicio el impacto visual es positivo, los colores pasteles, los cortes entallados resaltando la cintura y las caderas y lo práctico de las prendas sorprende.

Paredes apuesta a una estética donde destaca la reflexión de la luz por el empleo de las telas, sobresales las mezclas de Modal con expandex, el Tencel con algodón y los lujosos Charmuse. Utilizó además “algodón satinado de Corea, que provee una intrigante mezcla de lo casual y lo sofisticado”, dice.

Los colores predominantes fueron los amarillos pálidos, pasando por el beige y llegando hasta el lila y el verde pastel. Destacaron chaquetas con bolsillos trabajados, blusas con bordados cortados a láser, faldas tipo lápiz con tachones, pantalones pitillo largos y cortos y vestidos.

En pocas palabras, los diseños de Cenia Paredes otorgaron una agradable frescura. Entre los accesorios destacaron los lentes de sol en pasta en color blanco y beige, una tendencia que sigue en boga en las mejores pasarelas internacionales. El glamur de la femineidad, la elegancia de la sobriedad trabajada, se dejó sentir en la propuesta. Arcadio Caribeño

La chacabana o “guayabera” llega a otro nivel con Arcadio Díaz. Se transforma en pieza multiusos, y deja de ser sólo masculina.

Arcadio, quien eligió la pieza “porque me distingue y distingue al Caribe”, desplegó una colección colorida y variadas telas.

Entre las novedades de la colección “Caribe y algo más” de Arcadio, la chacabana se convierte en vestido y nada menos que estampados, lo mismo cortos que largos, holgados o ajustados, para satisfacer gustos.

Otra innovación fueron los trajes de chacabanas con pantalones (capri o pitillo) para las damas. Algunos incluso dejaban poco a la imaginación mostrando el ombligo, y tenían detalles en pedrería.

En colores vibrantes como verde manzana o fuscsia.

Las telas: frescas y suaves, siempre lino y algodón. Las modelos llevaban los vestidos y conjuntos ataviadas con coquetos sombreros decorados con mariposas, flores, escarcha y cintas.

Para el hombre Arcadio propone chacabanas a rayas o de colores sólidos y encendidos. Algunas incluso con las mangas recogidas y sin sus típicos bolsillos. Por último sus trajes de chaqueta en tonos neutros.

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