“René sólo llamó para pedir ayuda y terminó muerto”, dijo Aníbal Pérez, el hermano del inmigrante guatemalteco que falleció el pasado abril de aparentes golpes en el abdomen y por cuya muerte ha sido acusado un policía de Mount Kisco.
Aníbal, que trabaja como jardinero, reaccionó con tristeza al conocer los documentos de la corte que revelan que el policía George Bubaris —acusado por la muerte de René Pérez, de 42 años- le contó a un colega que se había ido de “cacería” y que llevó al hispano hasta el lugar desolado de Bedford, a cuatro millas de Mount Kisco, donde fue encontrado moribundo.
El hermano de René coincidió con las declaraciones de Mauricio …, amigo de la familia, sosteniendo que el policía no sólo dejó abandonado al guatemalteco, sino que también fue el causante de sus heridas abdominales. “Fueron tres golpes en el estómago los que mataron a René”, dijo. “El no era un animal y no merecía morir de esa manera”, agregó.
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