La escalada de amenazas de Corea del Norte sube de nivel. El régimen norcoreano ha declarado a través de su agencia oficial que “entra en estado guerra” con Corea del Sur. “Desde este momento las relaciones norte-sur entrarán en un estado de guerra y todos los asuntos -entre los dos bandos que separan el paralelo 38- se resolverán de esa manera”.
Con estas palabras -anunciadas por la agencia oficial KCNA- aumenta el clima prebélico en la zona, que ayer ya tuvo un definitivo episodio al anunciar Pyongyang que sus misiles están preparados para apuntar y disparar en cualquier momento a Corea del Sur y a las bases americanas en el Pacífico.
El partido, los ministerios y otras instituciones tratarán desde ahora todas las cuestiones entre los dos países de acuerdo al “protocolo de guerra”, señala el comunicado oficial difundido por el país comunista. Las Fuerzas Armadas esperan nuevas órdenes del líder norcoreano.
Aunque las dos coreas están técnicamente en guerra dado que su conflicto en los años 50 concluyó con un armisticio y no con un tratado de paz, la tensión en la zona ha aumentado en los últimos tiempos. Elejercicio nuclear del pasado mes de febrero dio paso a repetidassanciones por parte de la comunidad internacional en general y del Consejo de Seguridad en particular.
Tras semanas de acusaciones y propaganda por parte del régimen de Kim Jong-un llegaron el simbólico corte de las líneas de comunicación entre los dos lados de la península coreana y la ruptura del acuerdo de alto el fuego. Para colmo, en los últimos días se ha desencadenado en la zona toda una exhibición de ‘juegos de guerra’. Las maniobras militares de dos potentes bombarderos nucleares americanos en una base de Corea del Sur han encendido la mecha del régimen norcoreano.