Reparten anticonceptivos a alumnas de 11 años

Tras una oleada de embarazos en pre-adolescentes, funcionarios municipales de los Estados Unidos decidieron permitir el uso de píldoras en las escuelas públicas


Aunque las estudiantes necesitarán la autorización de sus padres para acceder a la oficina de salud de la escuela, el tratamiento que reciban y los fármacos que les sean dispensados gozarán de absoluta confidencialidad conforme a la legislación estatal, que permite a los estudiantes decidir si informan a sus padres del tratamiento.

Las tres escuelas públicas con alumnos entre los 11 y los 13 años de la ciudad experimentaron en los últimos cuatro años un aumento del 17% en el número de alumnas embarazadas, sin contar los abortos naturales o provocados que no fueron comunicados a las empleadas de salud de esos centros.

La Comisión Escolar de Portland aprobó el plan, ofrecido por los funcionarios municipales de salud, el miércoles por la noche por votación de 7-2.

Cinco de los 134 estudiantes que visitaron el centro de salud de la escuela King en el año escolar de 2006-07 reconocieron haber mantener relaciones sexuales, dijo Amanda Rowe, enfermera jefe de los centros de salud escolares de Portland.

La integrante de la Comisión Escolar Sarah Thompson, que tiene uno de sus hijos en King, respaldó la idea, aunque se sintió "incómoda".

Sin embargo, el presidente de la Comisión, John Coyne, se opuso, por considerar que el cometido de los organismos sociales y las escuelas públicas se han difuminado con el transcurso de los años.

"Llega un momento en que esas zonas de penumbra deben ser claramente definidas", insistió el funcionario.

El otro voto negativo emitido fue de Ben Meiklejohn, para quien un permiso escrito de los padres, que permite a los alumnos recibir cualquier tipo de tratamiento en el centro de salud escolar, no define con claridad los servicios ofrecidos.