Pablo Montero y justicia llegan a un acuerdo.

Miami/EFE — El cantante mexicano Pablo Montero, acusado de un cargo de posesión de cocaína, dijo ayer que al cumplir con el programa de rehabilitación de un tribunal de Estados Unidos su estatus legal en este país no se verá afectado.

“Luego de la vista (judicial) realizada ayer acepté la recomendación del juez de entrar a un programa en donde se estará comprobando que mi estado de salud está fuera de toda influencia tóxica”, informó el intérprete de música ranchera en un comunicado.

Montero fue admitido en el programa de rehabilitación y si cumple con las condiciones incluso el cargo que afronta sería desestimado, de acuerdo con un portavoz del Undécimo Tribunal de Circuito del condado de Miami-Dade (Florida).

“Al cumplir con este programa, una vez a la semana, no se verá afectado mi estatus legal en los Estados Unidos. Aprecio la oportunidad que me está dando el juez para seguir adelante con mi agenda de trabajo”, afirmó el artista.

El cantante, que está preparando el lanzamiento de su disco “Mi tesoro norteño”, también informó que los resultados de sus análisis, realizados la semana pasada, “dieron negativo".

El programa es una alternativa para evitar la cárcel y tiene requisitos estrictos, como asistir a terapia individual dos horas por semana como mínimo y someterse a una prueba de drogas dos veces a la semana.

En caso de que no pueda someterse a las pruebas porque se encuentre de viaje, el artista tendrá que suministrar a las autoridades una muestra de cabello, con la que se podrá detectar el uso de drogas hasta tres meses atrás.

Asimismo, Montero deberá asistir a reuniones de Narcóticos o Alcohólicos Anónimos al menos dos veces por semana.

La próxima audiencia del interprete de “A toda ley” está fijada para el 30 de noviembre.

El programa fue presentado por la Fiscalía Estatal de Miami al artista como alternativa, y si el cantante lo rechazaba tenía que afrontar un juicio.

Las autoridades de Estados Unidos lo detuvieron el pasado 31 de agosto en Miami Beach por conducir a exceso de velocidad por un carril reservado para ciclistas, no detenerse ante dos semáforos en rojo y, además, porque el pasajero y dueño del vehículo no portaba una licencia de conducir vigente.

Según un informe policial, Montero admitió ser el dueño de una bolsa de plástico que contenía cocaína.

Montero obtuvo su libertad tras pagar una fianza de 5,500 dólares y se declaró inocente de posesión de drogas el pasado 21 de septiembre.