Julio Vasquez.

Radio Renacer

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sábado, 13 de octubre de 2007

Esposo de la mujer dominicana desaperecida rompe el silencio

NUEVA YORK — Al entrar a la casa de Edwin ‘Erick’ Fuentes y de su esposa Reyna Isabel de los Santos —desaparecida el 19 de junio de su hogar en Queens— todo parece perfecto. La pequeña Naomi Fuentes, de 9 años de edad, está haciendo sus deberes escolares y Ariel Reyes, de 17 años y que sufre de autismo, nos recibe con mucho cariño. En unos minutos, comienzan a entrar a la sala la hermana del esposo con su sobrina, que asistirán al encuentro.

La entrevista está a punto de comenzar. Tras casi 4 meses en silencio, Fuentes decidió hablar. Llamó a los editores de EL DIARIO/LA PRENSA diciendo que el nunca había colgado el teléfono y que quería darnos una entrevista, aunque los reportes de este diario señalan lo contrario e incluso se le dejó en varias ocasiones números de teléfono para contactarnos.

“No quería hablar, pero ahora sí”, reconoció el miércoles en la tarde.

La llamada del esposo de la desaparecida se produjo tras la publicación de reciente artículo en este diario donde se recibieron decenas de mensajes cuestionando a la policía por qué no investigaba a Fuentes por la desaparición de su esposa.

Fuentes nos enseña el artículo y dice que los niños no le tienen miedo, que él era el que siempre estaba en la casa con ellos mientras su esposa trabajaba y después salía por la noche, y que su esposa no era víctima de violencia doméstica, como denuncian la familia de su esposa.

Antes de comenzar la entrevista, comento si quiere que los niños estén presentes, porque quizá con mis preguntas pueda herirlos, y quiero proteger a los menores de cualquier situación que aumente el dolor que están sufriendo con la sola ausencia de su madre. Ante su insistencia de que los niños estén presentes, le propongo entrevistar primero a los niños y después que estos jueguen en sus cuartos mientras seguimos conversando, pero Fuentes dice: “A que Naomi, ¿quieres hablar? Mírame a los ojos”. Después, repite la misma pregunta a Ariel.

“Es una buena madre, nos quiere mucho. Nos limpiaba la ropa, siempre estaba en la casa. No sé que pasó, quizá se fue y se perdió”, dijo Naomi.

Al preguntarle si su mamá solía salir por la noche de la casa, como señala su esposo, Naomi dice “no”. Pero su padre dice que no ha entendido la pregunta y se la repito en inglés, y la niña dice “no”.

Fuentes insiste: “Mírame a los ojos, Naomi. ¿Y cuándo se iba a bailar con Mari (su hermana que vive en República Dominicana) y Milagros (prima)?”

“Sí”, responde la niña.

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